¿Qué es el impuesto de transmisiones patrimoniales?

¿Quién tiene que pagarlo y cuándo se realiza?

En más de una ocasión hemos oído hablar (o nos ha tocado pagar) sobre el impuesto de transmisiones patrimoniales. Un impuesto de carácter indirecto que grava las operaciones de compraventa de viviendas o de ampliación de capital. También conocido como el impuesto de actividades jurídicas documentadas, se tiene que pagar en la Comunidad Autónoma donde reside el sujeto que realiza la operación. Pero ¿qué operaciones son de obligado cumplimiento para este impuesto?

¿Qué transacciones influyen en este impuesto?

  • Operaciones relacionadas con la sociedad como el aumento o la disminución de capital social. La empresa generalmente, o los socios en algunos casos, son los sujetos obligados a pagar este impuesto. La cuota tributaria es de 0.5% del capital, en cualquier caso.
  • Transmisiones patrimoniales de grandes desembolsos, como la compraventa de viviendas o la adquisición de un coche de segunda mano. El comprador del bien es el sujeto obligado del pago del impuesto y la cuota a desembolsar será un porcentaje sobre el precio real del bien.
  • Actos jurídicos documentados como la escritura pública de una vivienda o actas notariales. En estos casos el sujeto pasivo de este impuesto será la persona que, en el caso de un acto notarial, sea el adquiriente del bien del cual el notario está dando fe.

 

Por último, cabe destacar que, para hacer frente al pago, el sujeto que ha realizado la transacción tiene 30 días hábiles después de la operación para presentarse en la Delegación de Hacienda Pública de la Comunidad Autónoma correspondiente y abonar el importe indicado. Además, deberá presentar el DNI y el documento o contrato que refleje la transacción, puede ser una copia o el original.