La semana pasada explicábamos qué era exactamente un diseño industrial. Hoy, vamos a contaros en qué consiste, específicamente, la protección de un diseño industrial registrado.

¿En qué consiste la protección de un diseño industrial?

El derecho sobre un diseño industrial protege el aspecto y las características estéticas de un producto. Es decir, el titular del diseño industrial registrado tiene el derecho de impedir a terceros que fabriquen, vendan o importen artículos que ostenten o incorporen cualquier aspecto estético que sea una copia del dibujo o modelo protegido. Eso sí, siempre y cuando se utilicen con fines comerciales.

¿Por cuánto tiempo son válidos los derechos sobre un diseño industrial?

Los derechos sobre un diseño industrial se conceden por un período de tiempo limitado. En España, el registro del diseño industrial se otorga por cinco años desde la presentación de la solicitud. Y puede renovarse por uno o más períodos consecutivos hasta un máximo de 25 años.

¿En qué se diferencia un diseño industrial de una patente?

Mientras las patentes protegen una invención, es decir, “una solución técnica a un problema”, los diseños industriales solamente protegen el aspecto. Es decir, el derecho sobre un diseño industrial no incluye las características técnicas y funcionales de un producto. Aunque, estas pueden quedar protegidas al mismo tiempo por una patente.

¿Por qué debería registrar mi diseño industrial?

La protección de los diseños industriales es un punto clave en cualquier estrategia empresarial, ya que suponen un activo muy importante por varios motivos:

  • Rendimiento de las inversiones. La protección de los diseños industriales supone que se pueda obtener un rendimiento seguro de las inversiones realizadas para crear y comercializar productos.
  • Derechos exclusivos. Solo el titular de la propiedad de un diseño industrial tiene los derechos de impedir y poner fin a la explotación comercial del diseño industrial copiado.
  • Oportunidad de conceder una licencia o vender. Otro de los derechos que se obtienen con la protección de un diseño industrial es la posibilidad de ser vendido o concedido en licencia a otra empresa. Esto supone una fuente de ingresos para el titular.
  • Imagen positiva. La empresa titular de los diseños industriales registrados puede aumentar su valor de mercado y el de sus productos, puesto que los diseños industriales son activos empresariales. Esto dará una mejor imagen de marca, transmitiendo cierto valor adicional a la empresa.

En Martínez-Sanz Abogados somos especialistas en diseño industrial. Si tienes alguna consulta o necesitas asesoramiento en cuanto a la protección de tu diseño, no dudes en contactarnos.