¿Cómo evitar los conflictos entre los socios de una empresa?

¿Cuáles son los conflictos más frecuentes?

A lo largo del desarrollo de una empresa pueden surgir conflictos entre los socios. Los problemas más habituales que suelen presentarse derivan de la relación entre los socios y el capital social, así como de su mayor o menor influencia en la administración de los bienes de la empresa.

Desde Martínez Sanz, somos partidarios de intentar prevenir toda clase de conflictos y establecer mecanismos para solucionarlos antes de que afecten a la actividad empresarial.

¿Cuáles son los conflictos más habituales entre los socios de una empresa?

  • Problemas económicos: se trata de una de las disputas más habituales y que se suele originar por diferencias en el reparto de dividendos o de gastos de la empresa. También, cuando hay diferencias entre los socios productivos y los socios capitalistas, que son lo que invierten el dinero.
  • Problemas de gestión o administración: cuando coexisten varios socios en igualdad de condiciones y todos tienen el poder de tomar decisiones, surgen conflictos dado que no se definieron claramente los roles de cada uno en la empresa. Esto puede producir situaciones en las que un socio tome más poder que otro. O incluso interfiera en las actividades de otro.
  • Intervención de terceros: surgen generalmente en pymes y empresas familiares cuando aparecen terceros que están vinculadas a uno de los socios y empiezan a tener participación en la actividad de la empresa.
  • Problemas para afrontar el futuro de la empresa: muchas de las decisiones en la trayectoria de una empresa deben plantearse a largo plazo para asegurar su viabilidad. La visión de futuro de una sociedad puede ser el origen de disputas y desacuerdos entre los socios. Por esto se debe planificar en la medida de lo posible, cómo llegar a la consecución de los objetivos planteados.

¿Cómo evitar los conflictos entre los socios?

Para prevenir esta clase de problemas, es imprescindible elaborar un protocolo de actuación que incluya una pequeña constitución de normas y actuaciones que todos los miembros de la empresa deben ante los diferentes escenarios conflictivos que puedan surgir.

Hay que anteponerse a todas las posibilidades de conflicto que puedan surgir a largo plazo y definir un plan de actuación.

Además, es aconsejable contar con una opinión de un tercero que no pertenece a la empresa para tomar perspectiva ante los conflictos, pues se deben revisar las diferentes alternativas  y mantener las actuaciones personales dentro de la legalidad.